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La luz, perezosa y rubia, con sus
trancos más largos del año, llena de
calor el silo de energía que es cada
cuerpo
vivo.
El agua ya se ha resuelto a tomar
esa preciosa .
forma
pasajera que llamamos fruta,
grano, baya o
sudor... O está a punto de hacerlo porque hay muchas
primicias de la vegetación
que necesitan el
suave fuego del verano para
esa
forma de guiso sin pucheros
que llamamos maduración. |
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